En el año 1996, la Asamblea General de las Naciones Unidas invitó a
sus Estados miembros a celebrar cada 16 de noviembre el Día
Internacional para la Tolerancia, realizando actividades orientadas a
crear conciencia sobre la diversidad humana en sus múltiples aspectos:
cultural, racial, sexual, económico, político, religioso, profesional o
social.
En 1995, Año Mundial de las Naciones Unidas para la Tolerancia, se
cumplieron cincuenta años de la Constitución de la UNESCO, aprobada el
16 de noviembre de 1945. En el Preámbulo de ese texto se afirma que la
"paz debe basarse en la solidaridad intelectual y moral de la
humanidad".
Diez años después, en el Documento Final de la Cumbre Mundial 2005,
los Jefes de Estado y de Gobierno reafirmaron su compromiso de fomentar
el bienestar, la libertad y el progreso de los seres humanos en todas
partes, así como de alentar la tolerancia, el respeto, el diálogo y la
cooperación entre diferentes culturas, civilizaciones y pueblos.
Conviene esclarecer el significado del término 'tolerancia', para
no incurrir en la recomendación de algo cuya noción esté poco clara. Una
definición que puede ser válida, específicamente desde el punto de
vista social, nos lleva a entender la tolerancia como la capacidad que
tiene una persona de aceptar que otra persona o un grupo de ellas tenga
valores o normas diferentes a los suyos.
En tal sentido, la tolerancia implica el respeto a las ideas,
creencias o prácticas de los demás, cuando son diferentes o contrarias a
las propias. Es la actitud de reconocer aquello que se diferencia de
nuestros valores. También verse como la capacidad de escuchar y aceptar a
los demás, comprendiendo la importancia de las distintas formas de
entender y desarrollar la vida, lo específico de cada sociedad y su
cultura.
En nuestros días, como consecuencia de los avances tecnológicos,
podemos darnos cuenta que el estado de la tolerancia en el ámbito
mundial es, en muchos casos, el de una etiqueta, un nombre que no
necesariamente refiere a un contenido real, sino solo una palabra
bonita, cuyo significado no está presente a la hora de decidir bloqueos,
sanciones y otra clase de agresiones, cuya motivación es mayormente
política y económica.
Al conmemorarse hoy, 16 de noviembre, el Día Internacional de la
Tolerancia, conviene tomar conciencia de los urgentes retos que la
humanidad tiene ante sí, que bien podrían ser abordados con mejores
perspectivas si la actitud común fuese el respeto y el reconocimiento
del otro en su especificidad, entendiendo que las diferencias pueden ser
minimizadas a través del diálogo y la voluntad efectiva de alcanzar
acuerdos para la cooperación constructiva en la solución de los más
importantes problemas humanos.
Comparte
No hay comentarios.:
Publicar un comentario